martes, 5 de abril de 2011

Never say never.

Alguna vez me dijiste que nosotros no podíamos estar juntos. Que la sal no pega con el azúcar, ni mucho menos el aceite con el agua. Que la edad era un problema y que lo que opine la gente también. Me juraste que nunca más te ibas a cruzar por mi camino y que me iba a olvidar de ti. Y hoy me has demostrado que no sabes cumplir tus promesas, que yo no tengo alzheimer y que no es bueno intentar adivinar el futuro. Ya sabes, nunca digas nunca.



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