A veces la vida te da muchos golpes, te hunde y te araña sin compasión, sin piedad, y es entonces cuando tienes que demostrar de qué estás echa. Tines que levantarte y gritar: "Eh, que no, ¡que yo no me rindo!". Tienes que imponerte y luchar, contra viento y marea. Porque no hay mal que dure cien años, ni siquiera cincuenta. Pero si ves que las fuerzas te flaquean, si algún día dejas de ver la luz al final del túnel y das todo por perdido..no te preocupes, porque ahí estaré yo con una linterna, o mejor, con puñados de sonrisas para iluminar tu vida. Ahí estaré yo para hacerte feliz, aunque solo sea durante un rato, aunque tengo todo el tiempo del mundo para ti. Al igual que tu estarás ahí cuando yo te necesite, yo voy a estar aquí a tu lado para recordarte una vez más que no estás sola en esto, que me tienes a mi, que ya se que no soy la mejor compañía del mundo ni la persona más cariñosa, más guapa, más lista, pero soy tu amiga y como eso que soy no te voy a dejar sola nunca en la vida. Ya sabes, si me necesitas, grita, que yo te estaré escuchando. Ah y que como muchas otras veces te he dicho, te quiero un montón, y eso nadie lo va a cambiar nunca.
Eh, amiga: Ante todo y para siempre.
Raquel.
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